Quintiles en la Carta de Alice Bailey

Julio 2013
 
Este análisis fue realizado por Patricia Villalba, alumna del Módulo IV de la Escuela.
 
Mercurio Quintil Saturno: EL MENSAJERO (Mercurio) y el PADRE AUTORIDAD (Saturno)
 
Aquí Mercurio se presenta como Hermes » el mensajero de los dioses» que transmite información de los Maestros ascendidos de los planos superiores . Hermes es el elegido de los dioses para transmitir el conocimiento a los que estén preparados para recibirlo . Saturno ocupa el lugar más alto en la jerarquía de la pirámide caldea y nos recuerda que existen leyes que rigen el universo. También le aporta compromiso con la propia evolución, una incansable capacidad de trabajo, sentido del deber y responsabilidad hacia los demás.
Alice Bailey escribió numerosos libros dictados, en forma telepática, por El Tibetano, el Maestro Djwal Khul, que debía encontrar alguien disponible en el plano físico para realizar este trabajo.
Este quintil pudo haberle ofrecido a Alice Bailey la posibilidad de interactuar como canal de comunicación, un puente, entre los Maestros de la Jerarquía espiritual y la humanidad.
 
Marte Quintil Plutón: EL GUERRERO (Marte) y La Voluntad y el Poder (Plutón ) 
 
Esta es una c ombinación de extrema voluntad, donde la potencia marciana está direccionada hacia algo superior y la voluntad al servicio de lo cósmico. Una voluntad direccionada hacia lo superior puede hacer frente a los desafíos con gran valentía y abrirse camino con gran impulso, trascendiendo sus propios deseos.
Este cúmulo poderoso de energía disponible estaría operando al servicio de la totalidad, de lo suprahumano y al propósito de un proyecto planetario. Alice Bailey, fiel a un ideal, tuvo el coraje de seguir el camino indicado y contribuir con este propósito con: los libros, la Escuela Arcana y el Grupo de servidores del mundo. Dice en su autobiografía:»Descubrí que existe un grandioso y divino Plan. Me dí cuenta de que nuestro universo no está formado por un fortuito conglomerado de átomos, sino que es el desarrollo de un gran diseño. Descubrí también que una raza humana tras otra, han aparecido y desaparecido en nuestro planeta y que cada civilización y cultura han visto a la humanidad dar un paso más avanzado en el sendero de retorno a Dios». Nuestra batalla se lleva a cabo en el campo de la materia, interno y externo y el camino del guerrero es la senda más elevada que un ser humano puede tomar.

Júpiter Quintil Sol: EL GUÍA (Júpiter) y el PADRE GENERADOR DE VIDA ESPIRITUAL (EL Sol).
 
La religiosidad que fluye de la Fuente de Vida, se revela y nos enseña las verdades de la sabiduría Eterna.
Júpiter es el Maestro que guía desde El Sol, el Centro Cardíaco Planetario.
Es posible que éste quintil le haya facilitado a Alice Bailey el acceso al guía espiritual y al encuentro con su Yo Superior. Estuvo en contacto con su Maestro Koot Hoomi desde los quince años, estando bajo su guía desde entonces. Al término de su trabajo en colaboración con El Tibetano reasumió su tarea como discípulo en el Ashrama (centro de luz y poder) de su propio maestro.
Dice El Tibetano: “Nada bajo el cielo puede detener el desarrollo del alma humana en el largo peregrinaje desde la oscuridad a la luz, desde lo irreal a lo real, desde la muerte a la inmortalidad y desde la ignorancia a la sabiduría”.
 
Urano Quintil Sol: LA INTELIGENCIA CÓSMICA (Urano) y eL SÍ MISMO (El Sol).
 
Talento que le brindaría la integración de estas dos energías para la psiquis colectiva: sintonizar con la voz espiritual, Urano, y el Reino de Dios, el Sol.
Alice Bailey tenia un don especial para la telepatía superior. La información le era impartida con gran rapidez, se plasmaba con claridad en su conciencia y podía escribirla sin cambiar una sola palabra, conservando al mismo tiempo la independencia mental.
Urano expresa su energía a través del chakra frontal, tercer ojo, sede de la Mente Superior y Centro de la Iluminación , que nos conecta con otras dimensiones del ser.
Como dice la Gran Invocación : «Desde el punto de luz en la Mente de Dios que afluya luz a la mente de los hombres». La mente universal como punto focal para la luz divina que irradia desde el corazón de Dios.

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