Creo que uno de los principales aprendizajes del ser humano es –en este orden- la concientización, incorporación y trascendencia de la dualidad.
Ante todo debemos considerar que al hablar de dualidad estamos considerando “pares polares”, que siempre son opuestos y complementarios (esta es una clave), por lo tanto, en primer lugar vamos a definir su significado.
Dice El Kybalion en el Cuarto Principio, el de Polaridad: “Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse”.
Luego de enunciado el Principio, continúa: “…los opuestos no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa…”.
En el tercer capítulo se refiere a Transmutación mental, y dice: “…La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental”.
Es el conocimiento (no la simple información) el que nos convierte en verdaderos seres humanos, por lo tanto, es imprescindible comenzar a recorrer el Camino Evolutivo partiendo del conocimiento de nosotros mismos, que significa fundamentalmente intentar abrazar e integrar nuestra Sombra. Recordemos que en Delfos, en la entrada al templo dedicado a Apolo, dice “Conócete a ti mismo”. Es imprescindible formularse preguntas y plantearse dudas, ya que así se comienza a transitar el Camino.
Debemos reflexionar sobre el enunciado siguiente: los pares polares están formados por elementos opuestos y complementarios. Su comprensión nos permitirá encarnar la propuesta del Kybalion y habitar la paradoja.
Reitero que creo que el problema más importante que debemos resolver es el tema de la dualidad, y es necesario explorar sus orígenes para poder trascenderla.
Hemos sido educados en consignas extremadamente rígidas (diseñadas sobretodo por las diferentes religiones monoteístas), pautadas en el par polar BUENO – MALO , acompañado de un régimen de premios y castigos, que nos encierra en una cárcel mental muy estrecha, convirtiéndonos en jueces y víctimas. Esto desemboca inevitablemente en guerras personales y colectivas, ya que implica la exclusión y el intento de destrucción de algo (no importa qué) que es importante, significativo y valioso para otro/s, que sostienen exactamente lo opuesto. Las consecuencias se registran en todos los órdenes de la vida: familiar, social, cultural, religiosa, política.
Cómo se fue desarrollando la dualidad
Desde los albores de la humanidad el ser humano es tomado por el primer par polar: VIVIR versus MORIR , compartido por el reino animal en su totalidad, uni y pluricelular. También puede observarse en ciertas especies del reino vegetal, donde muchas compiten “encarnizadamente” por el espacio, la luz y los nutrientes.
Para sobrevivir el ser humano logra desarrollar, paulatina y esforzadamente, destrezas que van desde las más primarias (cazadores y guerreros, por ejemplo) hasta la más avanzada tecnología, distanciándose así inevitablemente del reino animal –donde vivir y morir están unidos de modo natural e indisoluble-, al que, además, explota en su propio beneficio.
Analicemos un poco más la actitud de los animales ante la vida y la muerte: si bien su instinto de supervivencia está altamente desarrollado, están despojados del temor a la muerte que en el ser humano ha alcanzado niveles patológicos, que lo llevan a apelar a técnicas médico-clínicas perversas , intentando mantenerla alejada, aunque esto implique un mayor sufrimiento.
Sobrevivir queda intrínsecamente ligado a la tecnología (que sigue “progresando” de un modo exponencial), en un vano intento de huir de la muerte.
Para la gran mayoría de las personas esta sobreabundancia tecnológica significa EVOLUCIÓN, aunque esté ligada al consumismo irracional, a la explotación de los recursos naturales y también de los seres humanos y a la contaminación masiva de tierra, aire y agua, ya que rara vez es acompañada por una conciencia moral y ética.
En estos términos, evolucionar establece una estrecha sociedad entre el poder y la riqueza (ambos también socios vitalicios).
Estamos ahora frente a otro par polar: RIQUEZA versus POBREZA.
Este domina aún a la humanidad de una forma brutal, cruel y coercitiva, ya que los ricos , en general, tratan no solo de conservar el patrimonio que tienen sino además de incrementarlo…a costa de los que nada tienen. Tienen acceso a la adquisición de la tecnología de avanzada –y se pre-ocupan de no quedar desactualizados-, contando así con la suma de poder que les permite seguir controlando que el caudal de riqueza siga llenando sus arcas.
El otro extremo, los pobres , abrumados por todas las carencias imaginables, muchas veces dejan de luchar y de enfrentar al establishment que los mantiene en situación de esclavitud. Aunque algunos logran enfrentar y sobreponerse al polo opresor, pocos lo logran. Así es que suelen sumirse en un pozo de resentimiento y abatimiento, en cuyo fondo suele aguardarlos el alcohol, las drogas y la delincuencia.
Nos preguntamos: ¿quiénes son los responsables?
Este par polar, originado en el par VIVIR – MORIR se ha ido imprimiendo en nuestros genes a lo largo de milenios y gatilla miedos de manera automática. Los miedos convierten a unos en depredadores y a otros en presas, y han desatado –y continuarán haciéndolo- guerras y genocidios.
Nos vemos ante la enorme dificultad de cambiar nuestros códigos, incluso el genético, y aprender a usar la ciencia y la tecnología para satisfacer las necesidades de todos los seres humanos.
En cambio, solo “disfrutan” de ella un puñado de privilegiados. Un puñado, sí, comparado con los millones de sufrientes, carentes hasta lo más elemental como agua, alimento y remedios.
Alineados en estos extremos – rico, pobre – cada uno mira con temor, recelo y hasta odio, al otro. Sin embargo, nuestro planeta tiene recursos para brindar todo lo que cada ser viviente necesita, pero, atrapados en la cárcel de miedos ancestrales, nos hemos convertido, como género humano, en auténticos depredadores. Nada es suficiente para la voracidad del rico, que acumula riquezas condenando así a la enfermedad y la inanición a los que, sin alternativa, son empujados hacia el polo de la pobreza.
Aquí también considero otro par polar: ÉXITO – FRACASO , que determina un régimen de premios y castigos, entre los que, por supuesto, se encuentran riqueza vs. pobreza.
A mayor poder adquisitivo, mayor es la pre-ocupación de los padres para posicionar sus hijos en el primer rubro: éxito y riqueza. Pero, para lograrlo les brindan herramientas inadecuadas, ya que buscan –y encuentran- escuelas donde se les estimula la competitividad, el intelecto (no la inteligencia) y el uso exacerbado de tecnología (la última, es siempre la mejor). A veces también se imparte en estos colegios elitistas –y separatistas- educación religiosa, pero basada en dogmas excluyentes, donde “los otros” son considerados con recelo y suspicacia, cuando no “condenados al infierno”.
Es momento de volver al principio de este artículo: eje Vida – Muerte, Vivir o Morir.
Astrológicamente se corresponde con el Eje Tauro- Escorpio.
Creo que este es el par polar que ha producido una brutal y decisiva ruptura entre EVOLUCIONAR tal como lo entiende el alma, y evolucionar ligado a la supervivencia. Esto último desembocó en un capitalismo salvaje y sanguinario que produjo la esclavitud y el genocidio de culturas completas.
Así nació y prosperó el imperialismo, que aún domina al mundo.
La humanidad ha visto alzarse y caer estrepitosamente a muchos imperios. En nuestros días estamos viendo y participando de la caída del Imperio capitalista, aunque, sin lugar a dudas, esta vez hay muchas más personas capaces de ver y de transitar con conciencia este inevitable devenir.
El par polar, EVOLUCIONAR – INVOLUCIONAR , es el que propone un cambio de conciencia y de paradigmas. Es indispensable que cada individuo se pregunte acerca del significado que le otorga a estos términos, partiendo del par polar “VIVIR – MORIR” que hemos analizado previamente.
Creo que en la comprensión de este par polar está el quid de la cuestión, ya que la falta de un abordaje espiritual de la dualidad produce la siguiente escalada, cuyo punto de partida es la ignorancia:
• temor
• rechazo
• odio
• destrucción y caos
Dijo un sabio que solo es posible amar lo que se conoce .
El animal reacciona instintivamente a lo desconocido con temor; algunos atacan y otros huyen, dependiendo de si son depredadores y presas. Así sobreviven.
La mayoría de los seres humanos aún reacciona del mismo modo ante lo que los atemoriza, alejándose así del proceso evolutivo diseñado para nosotros. Huyen y son perseguidos o atacan ferozmente, muchas veces ensañándose con los que son presa del pánico por carecer de los mínimos elementos para defenderse.
Destaco la gran diferencia con los animales: ¡ellos jamás se ensañan con el vencido! Nunca lo vejan ni lo someten a torturas indescriptibles. Simplemente…lo comen, saciando así su hambre de manera natural.
Solo el conocimiento dispone de llaves para que los individuos puedan salir de esta trampa mortal.
Conocimiento significa:
- comprensión
- aceptación
- cercanía
- amor
Solo es posible amar lo que se conoce
La ignorancia (no importa cuantas licenciaturas o posgrados se hayan logrado) es, entonces, la que construye los cimientos del imperio del odio.
Estamos aquí para EVOLUCIONAR, lo que implica, básicamente y en una extrema simplificación, unir al Cielo con la Tierra , al Espíritu con la Materia. Estas son las dualidades claves: comprenderlas e integrarlas es la tarea del ser humano en este planeta.
Recordemos lo que repite constantemente Hércules (Heracles) al ir llevando a cabo las doce proezas que implican la realización de los doce trabajos que le imponen los dioses: “Mi padre es inmortal, mi madre humana”, significando “yo soy engendrado por el Espíritu que impregna a la materia”.
Cómo el otro se convierte también en un par polar temido y “dañino”
Mientras el niño es pequeño, son los padres los encargados de supervisarlo de manera constante hasta que aprende y comprende los riesgos y consecuencias de sus acciones. Rápidamente incorpora el significado del SÍ y el NO (con el consiguiente sistema de premios y castigos): este par polar impregna y conduce la vida entera del niño, y así aprende también a elegir. Pero, muchos síes y noes de los adultos son un producto de mandatos vigentes, culturales, sociales y familiares, sin que haya habido previamente una reflexión personal acerca de sus orígenes y alcances. Ejemplos de falta de discernimiento abundan en todos los aspectos, desde la alimentación de los niños, el tipo de escolaridad elegida, hasta modelos de conducta que afectarán luego su vida adulta y la interrelación con los otros.
Pocas familias abren su mente y su corazón para recibir con comprensión a aquellos que piensan diferente. Y pocas cosas abren más la mente y el corazón que viajar y estar en contacto con culturas muy diferentes a la propia. Aclaro que se puede viajar sin salir del propio país: leyendo, asistiendo a conferencias, conciertos, seminarios, estudiando lenguajes sagrados, etc.
Cuanto más distantes los destinos elegidos, mayor será el beneficio. Esto implica establecer contacto con formas de pensamientos y estéticas diferentes a la propia.
Lamentablemente, muchos quedan atrapados sin salida en mandatos rígidos y asfixiantes, que son transmitidos de manera autoritaria como verdades universales por padres y pedagogos.
Los síes y los noes que deberían haber marcado un sendero para ayudar a desarrollar luego el libre albedrío, se convirtieron en los barrotes de la cárcel del alma.
Volviendo al Principio de Polaridad , destaco de la nota al pie lo siguiente: “…los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades…” . Resulta muy obvio, entonces, que el rico es igual que un pobre, que el exitoso le teme al fracaso tanto como el sano a la enfermedad, ya que son extremos de pares polares.
El Principio de Ritmo dice que “t odo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”. Si bien el significado es mucho más amplio y complejo, podemos deducir que a toda alma le aguardan todas las experiencias, extremas y con todos los matices posibles, a lo largo de su proceso evolutivo, que implica muchas vidas.
Citando el siguiente principio, de Causa y efecto: “ Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley ” , es fácil deducir que las Leyes kármicas imperan en el Camino de Individuación, y que los que más bienes y riquezas poseen son los que tienen más responsabilidad ante los que poco o nada tienen. Para concluir voy a referirme al Tercer Trabajo de Hércules , relacionado con el signo de Géminis . Hércules o Heracles representa al alma consciente recorriendo la Senda del Discipulado, y enfrentando doce pruebas extremadamente difíciles y peligrosas. En el Tercer Portal, Géminis, debe buscar las manzanas de oro de las Hespérides . Sintetizando, diremos que él busca en todas las direcciones y por mucho tiempo, sin encontrarlas. No reconoce la ayuda que los dioses le envían, y además, cae en las redes ilusorias de un falso maestro, que lo demora aún más en su búsqueda. Sin embargo, el éxito finalmente corona sus esfuerzos, luego de detenerse a socorrer a Prometeo y Atlas, dejando momentáneamente de lado la búsqueda de las manzanas. Su Maestro, que seguía atentamente su devenir, dice: “La regla en el sendero elegido que apresura todos los éxitos es: Aprende a servir.” Empatizar con los sufrientes y ofrecerles nuestra ayuda es la vía más rápida para trascender los mecanismos excluyentes de la dualidad.
Dice Alice Bayley en el libro citado : “Es digno de notar que en el jardín del Edén una sola manzana fue dada al ser humano: el símbolo de la separación, de la soledad.
Hércules tuvo que buscar las manzanas de oro en otro jardín, y en el jardín de las Hespérides las manzanas de oro eran el símbolo de la pluralidad, de la síntesis y de los muchos nutridos por el único árbol de la Vida.. .La historia del crecimiento del hombre hacia la madurez y la del gradualmente creciente control del alma, nos es revelada en la constelación de Géminis…Es representado por dos figuras, una luminosa y otra oscura: el espíritu y la materia, Castor y Polux, los gemelos mortal e inmortal…” Nuevamente la dualidad, pero ahora con conciencia de Re-Unión. En este relato mítico y esotérico los gemelos reconocen su común origen y aprenden que deberán transitar las dos instancias “rítmicamente”: Vida – Muerte, Cielo – Infierno, Gloria – Caída.
Uno es mortal: la Materia ; el otro inmortal: el Espíritu. Y esta es la clave para no caer en la trampa de la exclusión: somos seres espirituales habitando transitoriamente la materia. De lo contrario, la densidad de la materia atraerá las almas de modo irresistible, el ego se fortalecerá alimentado por el miedo, y la ignorancia de su verdadero origen nublará la conciencia.
Adquirir conocimiento esotérico, convertirnos en religiosos , servir a nuestros hermanos con lo mejor de nosotros mismos, cumplir con las grandes Leyes que guían los destinos del ser humano, son posibilidades que están a nuestro alcance.
Muchas veces son las preguntas las que nos ponen a caminar por el Sendero.
Bienaventurados los que preguntan y cuestionan, sin escuchar las viejas y aturdidoras voces de antiquísimos mecanismos que mantienen dormidos a hombres y mujeres.
Para concluir citaré algunos de los versículos del Tao Te King, de Lao-Tsé:
No exaltes a los hombres de talento,
y en el pueblo no habrá rivalidad.
No elogies los bienes difíciles de conseguir,
y el pueblo no robará.
No pongas ante sus ojos lo que excita su codicia,
y el corazón del pueblo no se verá perturbado.
La Bondad Superior es como el agua.
El agua beneficia a todas las cosas,
sin luchar y sin excluir a ninguna.
Permanece en los lugares más bajos
que todo el mundo desprecia.
Por eso está cerca del Tao.
He aquí lo que se considera bueno:
para vivir, el lugar sano y favorable;
para el corazón, la profundidad y la apertura;
para la sociedad, la solidaridad y la benevolencia universales;
para la palabra, la buena fe y la sinceridad;
para el gobierno, el orden y la paz;
para el servicio, competencia y capacidad;
para la acción, escoger el momento propicio.
Éstas son las cualidades del Sabio;
Como no lucha ni compite,
No hay reproches contra él.
En todos los textos sagrados de las diferentes religiones se señalan guías y preceptos para ampliar la conciencia. Esto es, en definitiva, recorrer el Camino Evolutivo.
Perverso significa “salido de curso”.
Sugiero leer “El apagón moral” de Sergio Sinay
Polaridad . Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse
“Los doce trabajos de Hércules” de Alice Bayley
A este signo se lo conoce como “el Puente”, lo que vincula lo distante y diferentes. También, como el tercer signo pre humano, se lo vincula con el Cristo.
Las manzanas de oro simbolizan el Conocimiento.