Trabajo desarrollado por el grupo que está cursando el Módulo III, martes 18:00 hs. Julio 2010. Coordinadora: Mónica Diserio |
Vamos en principio a hablar sintéticamente del comportamiento general de la configuración que nos ocupa. La T Cuadrada es una de las configuraciones que encontramos con más frecuencia en las Cartas Natales. Su dinamia responde a la oposición de dos planetas que a su vez forman respectivamente cuadraturas con un tercero, al que denominamos Planeta Focal o Apex. Este representa un punto muy importante de la configuración, siendo el que imprime aún más tensión a la oposición, que de otro modo sería más sencilla de resolver. Dicha tensión se expresa en la Casa donde se encuentra dicho Planeta Focal. Hacemos un paralelismo entre esta configuración y una ballesta. El planeta del apex es el encargado de tensarla, (respondiendo energéticamente al tránsito de algún un planeta), comenzando la persona a vivir situaciones que responden a dicha tensión. Esta se acumula hasta que la psiquis no soporta más, siendo disparada hacia la casa opuesta a la del apex, que es un punto vacío en la Carta. Pero, esto no significa la resolución del problema planteado, sino simplemente una liberación momentánea de la tensión acumulada, a partir de una acción catártica, no pensada, y hasta involuntaria, relacionada con esa Casa opuesta y vacía. Representa de alguna manera una huida al problema planteado. Este mecanismo se repetirá una y otra vez hasta que se pueda resolver. Será el apex quien tendrá finalmente la llave para la resolución del problema planteado por esta configuración.La configuración específica que analizaremos, corresponde a la Carta Natal de Lady Diana Spencer, y está formada por la oposición entre Luna en Acuario en Casa II y Marte en Virgo en Casa VIII; y ambos planetas están en cuadratura con Venus, que se encuentra en Signo de Tauro en Casa V. Venus es, por consiguiente, el Apex o Planeta Focal de esta configuración. Reseña biográfica: Diana Spencer, más conocida como Lady Di, nació en Park House, Sandringham (Norfolk), el 1 de julio de 1961. Se crió en una familia de la pequeña nobleza junto a sus tres hermanos –Sarah, Jane y Carlos–, siendo sus padres John Spencer, octavo conde de Althorp, y Frances Ruth Roche. Pasó los primeros años de su vida en la residencia familiar de Sandringham junto a sus hermanos. Allí recibió su primera educación de manos de institutrices. En 1968, a la edad de siete años, tras el divorcio del matrimonio Spencer, Diana quedó bajo custodia paterna, y aquel mismo año ingresó en la escuela de King’s Lynn. En 1970 se trasladó al internado femenino de Riddlesworth Hall y en 1973 ingresó en West Heath, otro internado en el condado de Kent. Entre 1977 y 1978 estudió en Suiza, para ser maestra jardinera y finalmente se estableció en Londres, hasta que en noviembre de 1977 entabló noviazgo con el Príncipe Carlos, heredero del trono británico. El 24 de febrero de 1981 el portavoz del Palacio de Buckingham anunció el compromiso oficial de lady Diana Spencer y el príncipe de Gales y Diana trasladó su domicilio a Clarence House, residencia de la reina madre. La boda se celebró el 29 de julio de 1981 en la Catedral londinense de Sant Paul, y se consideró el acontecimiento social más relevante del siglo XX, retransmitida por televisión a más de setecientos millones de espectadores. Convocó en Londres a más de un millón de personas con la presencia de los principales miembros de la realeza y la aristocracia europea y más de ciento setenta jefes de Estado. El 21 de junio de 1982 lady Diana dio a luz a su primogénito, el príncipe Guillermo, en el hospital Saint Mary de Paddington. Fue el primer heredero de la Corona que nacía en un hospital y no en Palacio. El segundo hijo de los príncipes de Gales, Enrique, nació el 15 de septiembre de 1984. Aunque Diana trató de llevar una vida familiar dedicada al cuidado de sus hijos, en su agenda se imponía la limitación de los más de quinientos compromisos oficiales que el matrimonio estaba obligado a atender anualmente. Hasta 1985, la pareja no mostró desavenencias en público pero a partir de 1986 la prensa sensacionalista británica comenzó a publicar rumores de crisis matrimonial. A pesar de que la familia trataba de ofrecer una imagen de unidad, lo cierto es que cada vez se hacían más frecuentes los viajes de Diana en solitario y en mayo de 1992, después de regresar de la India y Egipto, saltaron a la opinión pública los primeros rumores de separación. La publicación de un libro de Andrew Morton sobre Diana, en el que el autor se reafirmaba en la tesis del fracaso matrimonial y la confirmación de que Carlos mantenía una relación con su vieja amiga, Camila Parker Bowles, convirtieron en noticia las especulaciones de los últimos meses. A principios de diciembre, el entonces Primer Ministro John Major anunciaba solemnemente en la Cámara de los Comunes, la separación de los príncipes de Gales. Desde ese momento se desató una auténtica guerra de acusaciones mutuas entre los defensores de la princesa y la Casa Real británica con fuego cruzado de noticias escandalosas. El matrimonio se rompió de forma definitiva el 29 de febrero de 1996 cuando Diana aceptó divorciarse de Carlos a cambio de una importante cantidad de dinero y manteniendo el título de Princesa de Gales. En la madrugada del domingo 31 de agosto de 1997, el mundo amanecía consternado por la trágica muerte de una mujer joven, hermosa, que había recuperado la felicidad y tenía toda una vida para disfrutar. El coche en el que viajaba Lady Diana chocó brutalmente contra el pilar número 13 del túnel bajo el puente del Alma de París acompañada por Dody Al Fayed, que aún sin ser miembro de la realeza era el heredero de los más prestigiosos almacenes de Inglaterra, el mítico Harrod’s. Pocas horas después, el Palacio de Buckingham comunicaba que Ladi Diana, Princesa de Gales, fallecía en el hospital La Petié Salpetriére de París. Moría la persona pero permanecía para la historia el mito de Lady Diana, la princesa de un cuento con final infeliz. ANALISIS DE LA T CUADRADA: Es una Luna desconectada emocionalmente, aparentemente desapegada, situación que surge a partir de una falta de contención, por carencia de contacto con una madre desafectivizada. Se repetirá un mismo patrón de «cierta distancia con la madre», que puede ser física (por muerte u otros motivos), lo cual dificulta crear un vínculo emocional. De no existir una separación física, igualmente se percibe a nivel emocional una cierta frialdad por parte de la madre, como si le costara mostrarse maternal, con lo cual el niño percibe que su madre no es confiable. Esta persona se defenderá desconectándose, para no sufrir la angustia del vacío que la rodea. Es posible que a una Luna en Acuario le cueste mantener vínculos emocionales por mucho tiempo, ya que no quiere atarse emocionalmente para mantener lo que valora: su Libertad. Pero, aunque su discurso sea «yo soy libre y dejo en libertad a los demás», a nivel inconsciente teme ser nuevamente abandonada. Esta Luna acuariana podría hablar también de la necesidad de sentirse segura dentro de un grupo social. Su talento sería el desapego, cuando esté libre de miedos y culpas. También mencionamos dentro de sus talentos su compromiso con las redes sociales. Nota: cabe destacar que existió una separación física entre Diana y su madre a partir de los siete años, cuando sus padres se divorciaron y quedó bajo la custodia paterna. Luna en Casa II Podría procurarse seguridad emocional a partir del dinero y las posesiones. Quizá posea capacidad para generar recursos a partir de actividades que tengan que ver con lo lunar, donde podría desplegar su capacidad de contención y cuidado. Es posible también que manifieste desórdenes a nivel del cuerpo físico a partir de una manera fluctuante de nutrirse (sabemos que así ocurrió), y que además sienta la necesidad de proteger sus logros. Con este emplazamiento lunar, encontramos una combinación particular: una Casa Sucedente por un lado, que, como ya sabemos, expresa la necesidad de asegurar la experiencia, y está relacionada con lo que la persona intentaría tener bajo control, a veces de forma obsesiva. Y por otro lado, el hecho de tener su cúspide en Acuario, un signo Fijo de Aire que también tiene dificultad para cambiar, por inercia, apego y atascamiento en las ideas, que ama la seguridad, y cuando «se posiciona» no suelta fácilmente. Con lo cual se planteará seguramente una mayor dificultad para realizar cambios, quedándose atascada en esta situación de aparente seguridad. Venus en Tauro En este caso Venus está en regencia, por lo tanto es un planeta fuerte. En principio, es habitual que tenga una gran necesidad de estabilidad en sus relaciones. Hablamos de una Venus pacífica, que gusta de los valores tradicionales y de un grado alto de confort y belleza en su entorno, y que probablemente tenga capacidad para disfrutar de la vida tal como es. Como Venus muestra lo que apreciamos, deseamos y nos parece bello, en este caso podría apreciar profundamente las sensaciones físicas a nivel de los sentidos, desarrollando una gran sensualidad, como así también disfrutar en contacto con la naturaleza, y también el arte y todas sus expresiones. Quizás posea inclinaciones artísticas, con habilidades potenciales y recursos innatos. Podría ser bastante directa con sus necesidades básicas. Es posible que busque enamorarse de alguien que le permita mejorar su estilo de vida, obteniendo lujo y confort. A Diana, con este emplazamiento, podría gustarle agradar haciendo gala de su delicadeza y aspecto físico, como así también le daría placer una buena comida en un lugar suntuoso. Venus en Casa V Es probable que esté acentuado el disfrute sensual y sexual de la vida, y que posea talentos creativos de naturaleza práctica (por Tauro). Quizás le otorgue un gran valor al amor romántico al estilo antiguo, y a los hijos como fruto de ese amor, aunque podría tener cierta dificultad cuando se trata de dejarlos en libertad. El amor ocuparía un lugar importante en su vida, pero, por su tendencia posesiva, podría tener problemas con los celos y la desconfianza. Con Venus en esta área, hablaríamos de un Niño interior sumamente creativo y que ama la belleza. Quizá pueda mostrar de sí misma lo mejor, dando una impresión encantadora, y resultando experta en el arte de la seducción. Luna Cuadratura Venus Esta cuadratura, en principio, representaría un problema con su madre, planteando una inconsciente rivalidad entre madre – hija. Aquí nos encontramos quizás con una disyuntiva: lo que necesita para sentirse segura y comprendida (la Luna y la madre), está reñido con lo que le parece atractivo o hermoso (Venus). Si en esta tensión prevaleciera la Luna, podría haberla llevado hacia una relación que la hiciera sentirse segura pero que, de un modo u otro, no la atrajera a nivel erótico, no la excitara de manera venusina. Esta tensión también da confusión entre el principio materno y el principio erótico o sexual. Es posible que haya visto a su madre como la que tenía el monopolio de la belleza, sintiéndose inadecuada al compararse con ella; esto puede plantear una especie de competitividad entre ambas. Podríamos hacer un paralelismo entre esta situación de competencia y el cuento de Blancanieves, donde la madrastra, que creía ser la más bella del reino, consultaba periódicamente a su espejo mágico, preguntándole: «espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino? Mientras el espejo confirmó que lo era, estuvo todo bien, pero cuando señaló a su hija como la más bella, se desató en la madrastra una ola de furia, al punto de urdir un plan para eliminarla y así mantener el monopolio de la belleza. Otra posibilidad es que su madre pudo haber sentido que la hija no era bonita y de alguna manera se lo hizo saber. En esta cuadratura queda planteado un dilema entre intimidad y libertad: el deseo de seguridad y rutina, representado por Venus en Tauro, frente a la necesidad de libertad, donde la intimidad puede presentarse como algo amenazador, representada por la Luna en Acuario. Un difícil problema a resolver. Es posible que elija un hombre que la quiera por sus cualidades maternales, y termine teniendo que luchar con una rival bajo la forma de amante de su marido. Esta cuadratura se resuelve armonizando el papel de madre y el de mujer. Es decir que necesita encontrar una manera de combinar estas dos facetas de lo femenino. Venus debería enseñarle a la Luna a ser más armoniosa en sus relaciones, y a mantener su atractivo como mujer. Y la Luna debería enseñarle a Venus a encontrar belleza en el hogar y en la relación con los hijos. Marte en Virgo Marte en Virgo no podrá abrirse paso simplemente rompiendo la puerta; no se llevará todo por delante sino que será mucho más reservado y controlado, quizá moviéndose paso a paso, con una impecable atención a todos los detalles de lo que ocurre a su alrededor, lo cual le puede dar también una falta de espontaneidad. El impulso marciano puede estar dirigido a la eficiencia y a planificar sus actos calculando ventajas y desventajas. Hablaríamos de una acción basada en argumentos precisos, luego de pensarlo una y mil veces. Podría también desarrollar una aguda capacidad de observación dirigida hacia el servicio y la ecología, con una marcada conciencia de ser parte «de un ecosistema», e interés por defender la naturaleza. Marte en Casa VIII Es posible que, como cualquier planeta en Casa VIII, en un principio no se muestre de un modo abierto. Por lo tanto, la competitividad, la agresividad y el espíritu combativo expresados por Marte no debieron ser al principio un aspecto visible de su personalidad. Al no manifestarse su aspecto agresivo (marciano), se establece la hipótesis que Marte estaría en sombra, irrumpiendo en momentos críticos en forma sorpresiva, aún para ella misma. Sin embargo, es un planeta fuerte por estar en conjunción con Plutón, y podría darle el impulso suficiente para realizar las transformaciones que sean necesarias, aunque sean dolorosas. El mayor gasto de energía estaría dirigido a los temas relacionados con crisis, cambios y herencias. Se podría hablar también de una gran intensidad a nivel de las relaciones sexuales. Luna oposición Marte En este caso podemos hablar de una oposición disociada porque ambos planetas no se encuentran dentro de un mismo eje, ya que la Luna está en Acuario, mientras que Marte se encuentra en Virgo. A partir de esta oposición se plantea una disyuntiva entre la necesidad de seguridad, representada por la Luna, y el impulso a la acción y al cambio, representados por Marte. El instinto agresivo y el impulso al cambio están en conflicto con la necesidad de sentirse segura. Es probable entonces que Marte la impulse a separarse de lo que le brinda seguridad y termine combatiéndolo. Podríamos hablar, en general, de un mal manejo de la ira y la agresividad, lo que podría derivar en situaciones autodestructivas. Quizá se planteen grandes tensiones entre la ira y sus necesidades instintivas, como así también actos cometidos al calor de la pasión. Sentimientos heridos y revueltos, que podrían tener su origen en una mala relación con su madre, y que podrían provocar estallidos de cólera. Como en cualquier oposición, es necesario que pueda encontrar un equilibrio entre los dos principios que se oponen. Generalmente uno de los dos extremos no se vive de manera consciente, y en este caso es muy probable que fuera Marte, porque está en Casa VIII, y además porque la Luna es el regente de su signo solar, Cáncer. Marte Cuadratura Venus Este contacto suele aportar un considerable carisma y atractivo sexual, ya que ambos planetas buscan su propia gratificación, auque lo hagan de manera diferente. Combinan el poder de lucha con la capacidad de aportar belleza y alegría; podríamos hablar de un puño de hierro en un guante de seda. Es una combinación muy poderosa, pero que al estar en aspecto tenso, haría que a menudo se sienta desgarrada entre mantener la armonía y el hacerse valer. Es muy posible que se atormente con el temor de que si se hace valer, se quedará sin amor Podríamos ver entonces que si Venus se impone a Marte, éste se instala furioso en el sótano; pero si hay una identificación excesiva con Marte y Venus está bloqueada, lo que se ha perdido es la conciencia del propio valor (la autoestima), y quizá manifieste a través de una actitud extrema de celos y posesividad. Puede ser percibido por la persona como un conflicto irreconciliable. Siendo poseedora de un potente deseo sexual (Marte en Casa VIII), y una disposición voluptuosa (Venus en Tauro), con inclinación a grandes excesos para satisfacer sus pasiones, podía quedar atrapada en tormentosas relaciones, y sentir una constante sensación de insatisfacción. Discordia entre el erotismo elegante (Venus) y la sexualidad directa (Marte). RESOLUCION DE LA CONFIGURACION: La tensión presentada a partir de la configuración que nos ocupa, estaría planteada desde «sus necesidades de seguridad» que representa la Luna en Acuario en Casa II, la relación con sus » hijos y amantes» representada por Venus en Tauro en Casa V, y » el impulso al cambio, las crisis y el sexo» representados por Marte en Virgo en Casa VIII. Es posible que la lucha planteada entre su necesidad de seguridad contrapuesta a un impulso por realizar transformaciones y cambios, termine generando tensión en la relación con sus hijos. Si sus necesidades primarias de seguridad siguieran tomando el control, – situación evidenciada quizá a partir de un matrimonio que le otorgó una posición económica y social, pero que a su vez representó de alguna manera una especie de cárcel (recordemos que a la Luna Alice Bailey la llamaba «la cárcel del alma»)–, es probable que no pudiera realizar los cambios necesarios planteados por Marte que la impulsaba (aunque con sumo cuidado: Virgo) desde la Casa VIII. Podríamos ver entonces que la tensión que se acumulaba y repercutía en la relación con sus hijos y amantes podría descargarse catárticamente en sus actividades en grupo: la creación de redes solidarias de carácter benéfico, que realizaba frecuentemente. Estas podrían haberle dado un nuevo sentido a su vida y funcionarían como una especie de refugio. Pero, esto no implica de ninguna manera una resolución del conflicto, sino simplemente una liberación momentánea de energía acumulada, volviendo a generarse el mismo mecanismo una y otra vez hasta que finalmente se pueda resolver. Es posible que habiendo fallecido tan joven no haya podido terminar de resolver este conflicto. El hecho de haber decidido separarse de su esposo, con la consecuencia de tener que vivir lejos de sus hijos, y el haber iniciado una nueva relación amorosa que implicaba la desaprobación de su familia de origen, como así también el de la Casa Real Británica, podría mostrar de alguna manera su intento por ser fiel a su impulso de cambio. Dejaría así de lado una seguridad ficticia, que en cierta forma representó uno de los mayores conflictos que tuvo que enfrentar. |
Análisis de una T cuadrada en la carta natal de Diana Spencer, Princesa de Gales
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