Rubén Urbe
Alumno de la escuela
El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo, se eleva hacia el cielo. Y vuelve después a la tierra, en un eterno ciclo.
Para comenzar recordemos el mito griego: según un Oráculo, Saturno (Cronos) sería muerto por uno de sus hijos, entonces este temor (miedo) hizo que se comiera uno a uno a sus hijos a medida que iban naciendo. Así es que al pobre Neptuno (Poseidón) lo devora apenas nace.
Neptuno no se sentirá nada seguro con la cercanía de Saturno, que se las ingenia para querer controlar todas sus energías. No será fácil reunir a estos dos arquetipos porque son antagónicos entre sí. Como ya hemos dicho Saturno hará todo lo posible para contener y controlar la naturaleza fluida de Neptuno.–
Teniendo en cuenta que Neptuno tiene fama camaleónica, (digamos que es un hiperadaptable), sabemos que esta característica pondrá a Saturno bastante inquieto, y que el Señor de las formas y el tiempo no aceptará estos métodos neptunianos tan fácilmente. Saturno necesita de una estructura bien definida y no le gusta la «ingenuidad» neptuniana (en realidad la fantasía desbocada); sentirá entonces, con la cercanía de Neptuno, que le vuelven los miedos, las dudas, que se siente vulnerable y tal vez también culpa por no poder relajarse debido a su gran rigidez y exigencia.
Neptuno no necesita de formas ni de límites, (no existen); sólo se relaja y deja que las cosas sucedan; siempre se tomará el tiempo necesario para socavar todas las murallas y diques que ha levantado Saturno.–
Neptuno propone cambios con paciencia, sutileza y fe, a un obstinado Saturno que no quiere hacer modificaciones, acostumbrado inclusive a cosas ya inútiles, enseñándole a éste que el proceso de desapego puede ser menos doloroso si se lleva a cabo con fluidez.–
Cuanto más le tememos a lo desconocido más tardaremos en hacer los cambios necesarios.
Neptuno, al igual que los otros dos transpersonales, le enseñará a Saturno que no sea tan superyoico y que comience un proceso de universalidad. Si bien Saturno sabe del mundo de las formas, Neptuno le enseñará que él de formas no entiende nada pero que intuye como lograr hacerlas.
Ante un aspecto tenso podemos sentir que nuestra integridad espiritual es puesta a prueba, pero finalmente Neptuno podrá utilizar lo más sutil de Saturno para que la sociedad lo vea y se inspire en él. Nos enseñará a aprender a no temerle al mundo ilimitado del espíritu que llevamos dentro.–
Una resolución para aspectos tensos entre Saturno y Neptuno, sería el arte, donde todo es posible. En este espacio mágico uno puede tener vivencias de drogadicto sin serlo, uno hace de loco sin estarlo, uno se deprime sin envolverse en este estado, uno pinta un cuadro donde el dolor se vive de sólo observarlo. Con este aspecto se puede construir un mundo donde la fantasía (Neptuno) tiene estructura (Saturno).
Y puede devenir en un servicio silencioso con estructura de realidad.– Podemos decir que ablanda la ley del Padre.
Finalizaré con una anécdota, que encontré leyendo a Iron John (de Robert Bly):
Situación A:
Dos amigos se encuentran y uno le dice al otro: «Me han ascendido en el trabajo. El amigo le contesta: «Qué lástima. Seguro que tus compromisos te quitarán tiempo para disfrutar de la vida…»
Situación B:
Dos amigos se encuentran y uno de ellos está un poco apesadumbrado, y le cuenta que ha perdido el trabajo. El otro le contesta: «Destapemos una botella de vino. Seguro que algo nuevo estará por suceder…»
«Para que esta combinación realice su enorme potencial de llevar a la práctica visiones y sueños, es preciso que uno empiece por descubrir que ambas voces hablan desde nuestro propio interior». – Liz Greene, «Un estudio astrológico – Neptuno)