De las enseñanzas del Cuarto Camino
Esta es una de las reglas más importantes. En general, se actúa para que los demás nos vean. Se da mucha importancia al prestigio y al que dirán>; se procura no quedar mal ante el mundo que es nuestro espectador.
Así estamos alimentando y dando preferencia a nuestra personalidad y ahogando nuestra esencia.
Lealtad consigo mismo es trabajar desde adentro.
Tenemos ideas sanas y equilibradas. Poseemos pautas de conductas armónica y reales pero las proyectamos hacia el medio que nos rodea, buscando presentar una buena imagen de nosotros mismos.
Esas buenas ideas que sabemos que existen debemos llevarlas y practicarlas en nuestro interior y desde allí irradiarlas. De esta forma llegan a los demás como verdad y realidad. Todo lo que se está pregonando hacia el exterior en forma de bondad, humildad, comprensión, unión debe ser vivido en el interior.
Cometemos una cantidad de actos fraudulentos con nosotros mismos. Realizamos actos que criticaríamos mucho si los viéramos realizas a los demás, pensando que no nos ven. Pregonamos líneas de conducta sanas, elevadas y no somos capaces de seguirlas. Censuramos actitudes y apenas terminamos de hablar estamos haciendo eso mismo que atacamos.
En el trabajo de autorrealización, si nos detenemos un poco a observarnos, notamos cuantas veces atentamos contra nuestro cuerpo, con la comida, con el sueño; cómo lo sacudimos con estados ansiosos, como la exigencia hasta agotarlo. Lo abandonamos y lo descuidamos. Todos éstos son actos de deslealtad consigo mismo.
En el estado emocional, nos permitimos vivir estados negativos que son como venenos para el cuerpo, la psiquis y la mente y no permiten que crezca la esencia.
Nos frustramos con falsas ilusiones. Nos sentimos viviendo situaciones que solo a nosotros mismos nos engañan, ya que quien mira desde afuera, está observando la verdad.
También somos desleales con nuestro trabajo mental. Nos dormimos muy fácilmente y pensamos que estamos atentos.
La mente tiene un enorme potencial y solo usamos el mínimo disponible.
Nos conformamos con pequeñeces y pensamos que estamos realizando mucho; así nos limitamos en nuestra evolución.
Tratamos no hacer esfuerzos o hacer el mínimo posible.
El súper esfuerzo es tarea que sublima y brinda crecimiento, pero, en general, solo hacemos muchos esfuerzos inútiles que nos dan momentánea satisfacción y luego nos dejan con las manos vacías.
Ser leal consigo mismo es ser sincero, auténtico y fiel hacia sí.
Respetarse sin orgullo; quererse sin egoísmo; darse el lugar que corresponde sin atropello ni vanidad; no empequeñecerse pero evitar la soberbia; reconocer los propios valores y usarlos adecuadamente; desarrollarlos si los valores son pobre y ayudar a los menos favorecidos con la calidad superior de los mismos.
Mirar sinceramente las cualidades que se poseen y brindarlas si son positivas y corregirlas si son negativas.