Promediando el 6to año de estudio en la escuela, lo que quiero compartir en este fin de
2024 es cómo cambió mi forma de experimentar este camino, con quienes no lo hayan
hecho o lo estén comenzando.
Los 7 módulos que uno calcula inicialmente que se pueden completar en 3/4 años son
orgánicos. Seguimos un programa ordenado, pero los temas, al ser interactivos, se
extienden o acortan de acuerdo al grupo de alumnos.
En nuestro caso, somos de compartir lo que vamos comprendiendo, o no
comprendiendo, de interrumpir y hacer muchas preguntas a las profesoras. Esto resulta
en que la «carrera corta» de astrología que imaginé hace 5 años se convirtió más bien en
un prolongado estudio, que a veces puede generar ansiedad o impaciencia. Las clases
son todas diferentes, las evaluaciones nos estresan pero también nos conmueven, al ver
cuánta riqueza hay en una carta natal.
Sin embargo, y sin que uno se de cuenta, llega un momento en que las ganas de terminar
para tachar el item de la lista de pendientes, se van, y lo que viene es que este estudio se
instala en nuestras agendas como algo que, en el fondo, no queremos que finalice.
El estudio no termina nunca, por más cursos, seminarios y talleres que uno haga,
siempre hay algo más que uno siente que falta y que es imprescindible aprender. Pero la
ansiedad o impaciencia desaparecen.
La astrología es tan rica y tan vasta como la cantidad de personas o hechos que podemos
interpretar, como los vínculos entre ellos, y los tránsitos en la vida de cada ser humano.
Es entrar en un espacio donde la vida se puede apreciar de otra manera, como quien
descubre la vida submarina desde el fondo del mar.
Es una elección, una vocación y una filosofía de vida.
Maria Gentile
Modulo VII, grupo jueves 10 hs.